Dos que caen

Un concierto de Red Kross, una cajetilla de Moods y otra de Vegafina, varias cervezas y más vodkas que otra cosa. Dos biografías leídas en apenas veinticuatro horas en las que los homenajeados saltan al vacío para acabar con su vida; uno en Barcelona y otro en Holanda con apenas diez años de diferencia entre un salto y otro. Uno un escritor novel, el otro un consumado trompetista de jazz. Una casualidad de lo más curiosa. A esto hay que sumarle dos libros de Carver y uno de Tess Gallagher sobre su difunto marido.

Cualquiera podría pensar que en vez de comida lo que devoro es papel. ¿De dónde saco el tiempo? Me quito horas de sueño y mientras los demás duermen, le zurran a su hígado, ligotean con la morena de turno y/o abrazan farolas, yo paso las horas de la madrugada en compañía de Carver y Baker (¡qué grande era!).

Fumar en la cama es peligroso pero produce tantísimo placer....